En concreto, 78.485 trabajadores autónomos obtuvieron rendimientos entre 12.600 € y 20.000 € anuales; 37.095 tuvieron ingresos netos entre 20.000 € y 30.000 €; 15.377 trabajadores declararon entre 30.000 € y 40.000 €; 4.420 autónomos obtuvieron entre 40.000 € y 45.000 €; 2.591 gravaron entre 45.000€ y 48.000€;y 13.740 trabajadores por cuenta propia tuvieron ingresos superiores a los 48.800 €.
Esta bonificación es vital para miles de emprendedores que buscan en el autoempleo una forma de vida, puesto que durante los primeros años apenas reciben unos rendimientos de su actividad que les permiten hacer frente a las cotizaciones sociales. Pero actualmente esta ayuda es universal, no distingue entre quienes ya pueden contribuir al sistema y los que necesitan seguir con ellas durante los primeros años.
Eduardo Abad, presidente de UPTA, «planteamos un sistema similar al que hemos propuesto para la cotización por ingresos reales, donde el autónomo que no alcanza el umbral de ingresos netos de 12.600 € siga recibiendo su ayuda sin variación en porcentaje y tiempo. Por otro lado, aquellos autónomos que superen los 12.600 € de ingresos netos anuales, deberán ajustar sus cotizaciones sociales al final del ejercicio fiscal, estableciendo un único tramo de regularización que estaría entre el SMI y 20.000 € de rendimientos netos anuales «.
«Es injusto que los autónomos con ingresos superiores a 20.000 € anuales se benefician de una tarifa plana que está pensada para ayudar a los que más lo necesitan durante los primeros años de su negocio. Pero resulta todavía más indignante que algunas Comunidades Autónomas amplíen esta ayuda sin ningún tipo de filtro y es por ello por lo que presentaremos cuanto antes esta iniciativa al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Desde UPTA estamos convencidos de que estas modificaciones son necesarias para devolver al sistema fiscal la justicia contributiva «, afirma el presidente de UPTA.