- LAS AYUDAS DEBEN SER UNIVERSALES, INDISTINTAMENTE DEL SECTOR CONCRETO EN EL QUE SE PRODUZCA LA MERMA DE FACTURACIÓN
- ESTABLECER LAS AYUDAS EN FUNCIÓN DEL CNAE SUPONDRÁ QUE MÁS DE 200.000 AUTÓNOMOS SIGAN AL BORDE DE LA QUIEBRA
Desde UPTA veníamos insistiendo en la idea de no establecer ningún mecanismo de análisis financiero para poder acceder a la reestructuración de las deudas crediticias que se podrían establecer en este paquete de medidas de 11.000 millones de euros.
Si los autónomos que han contraído deudas bancarias a través de avales del ICO, no pueden ahora reestructurar su deuda, les estaremos condenando a un inevitable cierre total de su actividad.
Precisamente una parte importante de los sectores que se quedan fuera de los CNAE, han podido sobrevivir gran parte de la pandemia, al endeudarse con préstamos con garantía del Estado y es ahora precisamente cuando se les prohíbe poder solicitar las ayudas directas.
Desde el anuncio realizado por el presidente del Gobierno, sobre el establecimiento de las ayudas directas a pequeñas empresas y autónomos, desde UPTA habíamos reiterado la conveniencia de no restringir las ayudas a los CNAE, habría que hacerlo en base al criterio de caída de facturación, al menos del 30%.
¿Qué diferencia existe entre un centro de formación no reglada y una empresa de alquiler de avionetas ?, ¿en qué se diferencia una peluquería de las actividades de mantenimiento físico?
Estas son las grandes contradicciones que se obtuvieron entre los 95 CNAE y el resto de las actividades que no han sido incluidas a pesar de no haber facturado ni un solo euro a lo largo de los últimos 12 meses.
Eduardo Abad, presidente de la UPTA, «no vamos a consentir que haya autónomos sin ayudas, no se puede discriminar de esa manera a los trabajadores. Estamos hablando de la supervivencia de negocios que, además de generar empleo, son actividades de las que viven millas de familias. Las medidas tienen que ser universales, es de justicia «.