Nuestra organización está desarrollando una intensa agenda parlamentaria con el fin de modificar definitivamente la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio, que permita terminar con la indefensión de los autónomos sobre la imputación de los gastos por manutención.
La propuesta está basada en la presentación de la factura emitida por el establecimiento, pagada por medios telemáticos o por la adquisición de los cheques de comida, un sistema muy testado a lo largo de los años para los trabajadores por cuenta ajena y que sería el mejor modelo para terminar con la injusticia que atraviesan los autónomos en concepto de gastos deducibles sobre los rendimientos de la actividad económica en el IRPF.
Por ello, se propone la modificación del artículo 30.5 apartado c) de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, en relación a la deducción relativa a los rendimientos de actividades económicas por el importe equivalente a la adquisición de tarjetas de comida, con los límites cuantitativos previstos en el artículo 45.2.1º del Reglamento del Impuesto de las Personas Físicas, aprobado por el Real Decreto 439/2007, de 30 de marzo (11 euros diarios).
La modificación propuesta en relación con los gastos de manutención permitiría la deducibilidad de este gasto sin necesidad de aportación de pruebas adicionales, bastaría con la presentación de la factura con el pago realizado por medios telemáticos o de la compra de los cheques de comida, lo que evitaría toda litigiosidad en una cuestión que depende casi siempre de una apreciación subjetiva de las pruebas y, por otra parte, mantiene los requisitos introducidos en la Ley 6/2017, como son el necesario consumo en establecimientos de restauración y hostelería.
Más allá de las medidas fiscales, por su parte, el sector de la restauración y la hostelería es otro de los sectores más gravemente castigados por la crisis del COVID-19.
Las medidas que se han establecido para frenar el avance de la pandemia (reducción de aforos y horarios de apertura, adopción de medidas para asegurar el distanciamiento social, etc.), así como el auge del teletrabajo, han supuesto una pérdida dramática de la actividad de restauración dedicada a este servicio, tan solo en estos últimos tres años se han perdido más de 20.000 pequeños establecimientos de menú diario.
Según cálculos de nuestra organización, esta propuesta supondría una facturación de casi 120 millones de euros para el sector de la pequeña restauración de menú diario, y se crearían aproximadamente 10.000 puestos de trabajo directos, además de ser el mejor modelo para terminar con la injusticia que sufren los autónomos en concepto de gastos deducibles.
Eduardo Abad presidente de UPTA España, «esperamos que los grupos parlamentarios sean coherentes y modifiquen la situación actual, no aceptaremos que continúen con esta tomadura de pelo que se inició en el año 2017 con la aprobación de la Ley de Medidas Urgentes. Los que entonces eran oposición y los que ahora tienen esa responsabilidad, han manifestado en reiteradas ocasiones que esta circunstancia es inaceptable, lo han dicho incluso en sede parlamentaria. No cejaremos en nuestro empeño, el cambio en la Ley de Presupuestos del Estado es factible y necesario.»