El nuevo sistema hará que el 60% de los autónomos gallegos, aproximadamente 123.700, bajen su esfuerzo contributivo entre 760€ año, en el caso de los autónomos con menos ingresos, o 960€, que ahorrarán los autónomos societarios cuyos ingresos mensuales no lleguen al SMI. Sin duda es la mejor medida para un colectivo que lleva años padeciendo situaciones muy adversas en el aspecto económico, pero también es una gran noticia por el refuerzo que se hace en protección social y que todos los profesionales por cuenta propia podrán disfrutar a partir del 1 de enero del 2023.
No ha sido un año fácil para las personas trabajadoras por cuenta propia, el final de la crisis del Covid19 y la situación económica compleja por causa de la inflación, han marcado un año insólito en materia económica, que ha arrastrado a la desaparición a más de 16.000 pequeños comercios.
En términos empresariales, este año que finaliza ha sido de récord en resultados económicos positivos para la gran mayoría de las empresas del IBEX, sin embargo, el pequeño negocio no puede decir lo mismo.
La facturación de las pequeñas actividades económicas de los sectores comerciales de bienes de consumo ha caído entorno al 3% en comparación con el 2021, esto contrasta con los resultados del aumento de ventas y beneficios de las grandes estructuras comerciales que han elevado sus ventas en más de 17%.
Tampoco es una buena noticia la retirada de las bonificaciones en materia de hidrocarburos que ha anunciado el Gobierno, a pesar de la insistencia por parte de UPTA de que hay sistemas que deberían ponerse en marcha para que nuestro colectivo continúe, en determinados sectores, beneficiándose de los 20 céntimos de bonificación, y sería tan sencillo como repartir el esfuerzo entre el Gobierno y CCAA por igual, máxime cuando es bien sabido que el 55% de los impuestos a los carburantes acaban en la arcas de los gobiernos territoriales. Sin embargo, algunas de ellas prefieren llamar la atención prometiendo tarifa 0€ para todos los nuevos autónomos, mientras que siguen olvidando la dramática situación de miles de profesionales que llevan años en el mercado de trabajo por cuenta propia.
Las CCAA no son capaces de desarrollar verdaderos planes que incentiven y vertebren una auténtica transformación del trabajo autónomo, poco o nada se preocupan de dotar a los autónomos consolidados o a los emprendedores de acciones formativas que les permitan ser mucho mas competitivos, solo quieren aumentar el número de altas.
Por otro lado, creemos que las medidas que esta semana ha presentado el presidente Sánchez, son insuficientes, es hora de terminar con la brecha fiscal que existe entre los autónomos que liquidan sus impuestos a través del IRPF y los que liquidan las empresas en el Impuesto de Sociedades, unos tienen un tipo impositivo real del 30% mientras que las sociedades no llegan al 17%, puesto que con esta fórmula societaria puede deducirse infinidad de gastos, al contrario que un autónomo persona física.
Pero si de algo estamos seguros desde UPTA es del futuro y de las medidas que el Gobierno debe adoptar.
Es una prioridad urgente terminar de poner en marcha los recursos europeos para una verdadera reconstrucción económica de nuestro país.
Es necesario reforzar el salario mínimo de los trabajadores por cuenta ajena para que puedan tener mayor capacidad de gasto y que sean capaces de sortear la carestía de la vida de forma adecuada, la redistribución de la riqueza será la que permita solventar gran parte de los problemas económicos que acucian a miles de personas que malviven con escasos recursos económicos, trabajadores que son el elemento fundamental para que las empresas tengan la solvencia económica y productiva necesaria en una economía cada vez más competitiva.
La digitalización de las pequeñas unidades económicas es una de las grandes soluciones a la falta de competitividad en nuestro colectivo, el kit Digital debe ser el verdadero catalizador de la transformación del tejido productivo, tiene que ser la clave de la economía y no solo de la gran empresa, sobre todo es una obligación que llegue al autónomo y pequeño negocio.
La formación es otra de las grandes asignaturas pendientes en el trabajo autónomo, la evolución solo se puede dar si también somos capaces de formarnos y reciclarnos en los mecanismos de producción, y eso únicamente se produce con un colectivo bien formado y con la experiencia profesional adecuada en cada uno de los distintos sectores productivos. Necesitamos autónomos de calidad que sean capaces de dar respuesta a los consumidores y empresas que requieren de nuestros servicios.
Eduardo Abad presidente de UPTA, «2023 debe ser el año en el que forjar una economía mucho mas fuerte y sostenible, el cambio hacia la ruralidad y las oportunidades de desarrollo económico son aspectos fundamentales, los tractores de la economía de los pueblos y las ciudades de las zonas menos pobladas para aprovechar con inteligencia todos los recursos naturales de forma sostenible».