• Según un estudio de UPTA, el 15% de las bajas del colectivo en 2023, son patologías derivadas de la salud mental.
  • UPTA exige más recursos para la detección precoz y la prevención de riesgos psicosociales para el colectivo autónomo.

 

Las patologías de salud mental en entornos laborales son una problemática que está en auge según los datos recogidos de estudios de los últimos años. A nivel nacional, más de 5.100 trabajadores por cuenta propia han sufrido este tipo de dolencias el año pasado, más de 330 autónomos en Galicia.

Según las cifras del INE, el pasado año perdieron la vida 4.227 personas por autolisis. De los cuales, y según el porcentaje de población, franja de edad y situación laboral, 335 corresponden a trabajadores por cuenta propia, suponiendo un 8% del total.

Las causas frecuentes de las bajas por patologías derivadas de la salud mental en el colectivo están sujetas al estrés producido por las largas jornadas de trabajo, acumulación de deudas, inseguridad y frustración ante la posibilidad del cierre del negocio, condiciones de las empresas contratadoras de los servicios que desarrollan los profesionales, entre otras.

Las consecuencias más comunes de este desequilibrio del bienestar mental son los trastornos del sueño, ansiedad, la depresión en todos sus grados, pensamientos rumiantes y en los casos más graves, comportamientos suicidas.

Para Eduardo Abad, presidente de UPTA, “esta es la pandemia silenciosa, la que nadie quiere afrontar de una forma objetiva, transversal y directa para poner encima de la mesa soluciones ante este tipo de patologías cuyas consecuencias son tan perjudiciales para el individuo.”

Desde UPTA, pedimos con urgencia que se amplíen las especialidades asistenciales psiquiátricas y psicológicas de las Mutuas de Accidentes de trabajo. A su vez, reclamamos al Ministerio de Trabajo y Economía Social, a través de los Institutos Regionales de Seguridad y Salud en el Trabajo, emprender una campaña de concienciación sobre estas dolencias, más comunes y menos visibles, que actualmente tiene una tendencia al alza de bajas de larga duración por enfermedades de estas características.

Son estas entidades las que en primera instancia pueden detectar con mayor solvencia todos los problemas derivados de los riesgos psicosociales y, a su vez, son las que pueden ejercer una detección temprana para evitar situaciones que desemboquen en enfermedades o patologías de larga duración, difíciles de tratar con consecuencias realmente trágicas para el que las sufre.