EL 38% DE LA FACTURACION ANUAL DEL PEQUEÑO COMERCIO SE REALIZA ENTRE NOVIEMBRE Y DICIEMBRE
Las malas noticias económicas están lejos de desaparecer para los autónomos de los sectores más atomizados de nuestro país. La crisis sanitaria y económica producida por la COVID-19 todavía sigue presente, a ello se le suma la desorbitada subida de la energía eléctrica y por si no fuese suficiente, ahora se desata el pánico por la situación de desabastecimiento que se prevé para los próximos meses.

El encarecimiento del 300% de los costes del transporte marítimo, la falta de componentes industriales y una sobre dimensión del mercado del consumo, están creando el escenario perfecto para que la salida del 2021 sea traumática para el sector del comercio minorista. Este gremio cuenta con más de 773.800 activos, y en tres meses ha perdido casi 3.000 pequeños establecimientos.

La subida en el precio de miles de productos también supondrá un duro golpe para los pronósticos de ventas en la recta final del año, no solo en el comercio textil, electrónica, higiene o en aquellos productos de consumo poco frecuente, también el sector de la alimentación teme que ante esta situación se desplomen las ventas y se ralentice la recuperación.

Es fundamental que, desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, se desarrollen acciones que fomenten el consumo responsable en los pequeños establecimientos, ya que son sin duda, los grandes olvidados de la cadena de suministros de bienes de consumo.

Las políticas de digitalización y fomento de la competitividad desarrolladas hasta ahora por este ministerio son todavía mejorables. Han depositado gran parte de los recursos económicos disponibles para este cometido en las cámaras de comercio y otros organismos similares, que sin duda no representan los intereses de las personas trabajadoras autónomas de los sectores mencionados.

Eduardo Abad, presidente de UPTA, «desde nuestra organización insistimos en que debe ser el propio ministerio quien desarrolle esta campaña de fomento del consumo en el comercio autónomo, el que adopte medidas para su modernización y promueva una mayor profesionalización del sector. Lamentablemente las políticas actuales son una continuación de las desarrolladas por otros gobiernos, y están muy alejadas de la realidad, olvidando el objetivo de velar por los derechos e intereses de los pequeños establecimientos».